Segundo Mes: Iyar

Por supuesto que no es tarea fácil establecer el origen de los pueblos a través de la descendencia de los hijos de Noé de manera clara y absoluta, debido a que no existen suficientes datos. Así, el tema del presente calendario 2023-2024 debe ser considerado como un resumen de los hechos más importantes de la descendencia de sus tres hijos, aclarando que se ha dado mayor énfasis a las descendencias de Cam y Jafet, por ser casi desconocidas para nosotros, mientras que en el caso de Sem, si bien su descendencia es poco conocida, en cambio se ha dejado de lado el registro bíblico de los patriarcas y de las tribus de Israel, por ser bastante conocidos por la Iglesia de Dios Unida.

Entendemos que a lo largo de los desplazamientos de la descendencia por sus familias, nunca hubo seres humanos que no pertenecieran a la familia de Noé y sus descendientes. Esta tesis queda fortalecida por la evidencia de la historia, que demuestra que las migraciones de los pueblos siempre han exhibido una misma tendencia a seguir estas pautas, frecuentemente acompañadas de ejemplos de generación tanto a nivel individual como de tribus enteras, y que generalmente resultan en el establecimiento de una dinámica general de relaciones culturales que son paralelas, y con las que la arqueología vino revelando desde la antigüedad. Con respecto a Génesis 10, la etnología moderna muestra una tendencia más bien constante hacia su confirmación. Sin embargo, no vemos ninguna otra razón para esperar que la etnología vaya a avanzar usando como base esta Tabla como principal fundamento en la realización de su trabajo. Un aspecto adicional del tono de esta tabla es la modestia de sus afirmaciones cronológicas.

En tanto que los babilonios y los egipcios, en los relatos “paralelos” que disponemos, extienden sus genealogías hasta extremos absolutamente increíbles, ocupando en algunos casos miles de años, en cambio, en Génesis 10 no aparecen estas pretensiones. La impresión al leer este capítulo es que la expansión de la población fue rápida. Desde luego, todo esto resulta muy razonable. Por eso, esta Tabla etnográfica no es solo la descripción más antigua y fiable de las diversas naciones y de los diferentes pueblos, sino que no tiene paralelo alguno en su intento de exponer las relaciones entre sí, de todas las variaciones de razas de la tierra.

El método comúnmente empleado para establecer un linaje de descendencia de los pueblos consiste en presentar una serie de nombres, bien sea de personajes, o bien de tribus enteras, o incluso de lugares, como si fuesen “personas” relacionadas por parentesco. Esto se hace de una manera simple y directa, siguiendo diversas líneas por varias generaciones, con un comentario específico aquí y allá, para proporcionar información adicional. Como consecuencia de la forma particular en que se ha desarrollado el sentido de “precisión” en la cultura de occidente, encontramos difícil aceptar la idea de que si un hombre fundó una ciudad o una tribu, que se encuentre agregado a personajes, pueda, con todo, ser resumido en la persona del fundador, de modo que se le pueda designar con la misma propiedad, como su propia descendencia. En la descripción que se hace con la idea fundamental de la relación de todos los pueblos y hombres, cada pueblo en particular ha sido concebido como una unidad, la cual se resume en la influencia de su antecesor y que, de hecho, queda impregnada en la misma