Beyond Today Daily

Tus relaciones en Internet

Más del 50% de aquellos encuestados recientemente dijeron que rompieron una relación por causa de las redes sociales. ¿Tus palabras atraviesan como espada o traen saneamiento?

Transcript

[Darris McNeely] Recientemente, hicimos un BT Daily acerca de si tendrías a Jesucristo como amigo, si aceptarías esta amistad en Facebook. Es un concepto interesante, al menos entre nuestro equipo generó una gran cantidad de comentarios y discusión.

Estaba viendo otro artículo que hablaba sobre las redes sociales, Facebook, Twitter, y todas las otras formas de medios sociales que tenemos, y su impacto en las relaciones amorosas. El titular decía, “Las redes sociales son culpables del 50% de rupturas”. Un estudio en que cerca de 2000 individuos fueron entrevistados en Reino Unido, y más del 50% de ellos atribuyeron un rompimiento en una relación ya sea de amistad, trabajo, e incluso matrimonio. Un cuarto de los entrevistados indicaron que sus matrimonios se habían roto por malas experiencias que tuvieron en las redes sociales. De hecho, aquellos que fueron entrevistados, la mayoría dijo que fue él o ella quien deshizo la relación en vez de ser al revés.

Interesante. Más del 50% de las personas tuvieron algún tipo de ruptura o colapso de una relación por causa delas redes sociales y la manera en cómo éstas fueron manejadas en alguno de estos medios. Algunas personas vieron que lo que sus compañeros o amigos estaban haciendo en Facebook con o sin ellos o lo que estaban diciendo acerca de ellos también aportó a esto.

Ellos se comparaban en Facebook con otras personas ya sea casadas, sus amistades o relaciones, encontrando que a su vida le faltaba algo. Esto contribuyó a su falta de felicidad y su rompimiento en esa relación en particular.

Las redes sociales son muy poderosas, y todo esto es parte de nuestras vidas hoy en día, pero lo que decimos e incluso la manera en que percibimos lo que otras personas dicen en Internet puede ser muy peligroso. Algunas personas irán a Internet y dirán cosas que jamás dirían a otra en su cara, y esto puede causar problemas. Podemos leer lo que alguien está haciendo en su vida, pensando que es más feliz que nosotros, y esto nos causa depresión y remordimiento. Las palabras, los pensamientos, y emociones se expresan en cualquier forma, pero particularmente en las redes sociales son muy importantes. Todos debemos ser muy cuidadosos no solo con lo que ponemos, lo que decimos, sino también con la manera en que digerimos y procesamos lo que leemos mientras estamos en estos sitios, viendo información de otras personas y lo que están diciendo. No sabemos cuánto de esto puede ser cierto, cuánto es fabricado, o incluso cuánto es exagerado.

Me recordó de un adagio en el capítulo 12 verso 18 de Proverbios que pienso que todos debiéramos ver y recordar ya sea si estamos absorbiendo, recibiendo de los medios sociales, o si estamos produciendo en los medios sociales. Dice en Proverbios 12:18, “Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; más la lengua de los sabios es medicina”. Las palabras pueden atravesar como una espada. Pueden cortar emocionalmente, y lo hacen. Pueden llevar a un rompimiento en las relaciones.

No dejen ser los perpetuadores de algo como esto. Sean muy, muy cuidadosos de cómo se relacionan y absorben los medios y también del contenido que reciben. Propone que tu lengua sea como una que es sabia y traiga saneamiento.

Esto es BT Daily. Acompáñanos la próxima vez.

Like what you see?

Create a free account to get more like this

Darris McNeely

Darris McNeely works at the United Church of God home office in Cincinnati, Ohio. He and his wife, Debbie, have served in the ministry for more than 43 years. They have two sons, who are both married, and four grandchildren. Darris is the Associate Media Producer for the Church. He also is a resident faculty member at the Ambassador Bible Center teaching Acts, Fundamentals of Belief and World News and Prophecy. He enjoys hunting, travel and reading and spending time with his grandchildren.

Related Media

Puedes tener cientos de amigos en Facebook, pero conocer solo una pequeña parte. ¿Quieres tener una "amistad de "Facebook" con Jesús?

¿Está desapareciendo la comunicación que Dios quiso para nosotros?

Studying the bible?

Sign up to add this to your study list.

Course Content

Si Dios hubiese querido que usáramos un teléfono celular constantemente, habría hecho que naciéramos con uno pegado al oído. Si él hubiese querido que estuviéramos en Twitter todo el tiempo, ya nos hubiese “twiteado”. ¿Están los medios electrónicos produciendo el tipo de comunicación que Dios quiso para nosotros, o no?

“Oh, ¡que terrible!, ¿cómo sobreviviste?”, me dijo un joven recientemente. “¿Cómo te comunicabas?”. Solo le había dicho que cuando yo estaba en la preparatoria, Facebook, YouTube, MySpace, Twitter, los mensajes de texto y los celulares no existían.

Pero él tenía una pregunta válida. ¿Cómo es que alguien pudo sobrevivir sin las redes sociales?

Cuando usted está yendo a todo correr por su vida, tratando de mantenerse al día con todo, ¿no se siente con ganas de tomar asiento con un vaso de té helado o un café con leche y simplemente conversar con alguien, de conectarse con un ser humano de carne y hueso que está vivo, respira, y habla? Si es así, usted no está solo, y ese deseo que usted tiene es lo mismo que Dios quiso para nosotros.

¿Qué tan útil es la comunicación electrónica?

Algunos estudios de investigación muestran que aunque nosotros “pensemos” que nos estamos comunicando más eficazmente a través de todos nuestros aparatos y programas, en realidad no es así.

Durante las sesiones en mi clínica profesional de consejería dejo en claro que, mientras estemos en sesión, todos los aparatos portátiles electrónicos deben ser apagados. ¿Por qué? Debido a que si no, hay un constante flujo de mensajes de texto, correos electrónicos y llamadas que simplemente “tienen que ser contestadas”, interfiriendo con la claridad de la comunicación durante la sesión.

Consecuentemente, hoy en día muchos explican que “mi esposo y yo” –o “mi hijo y yo”, o “mi amigo y yo”– “ya no nos comunicamos. Hay constantes interrupciones de algún tipo cuando comenzamos a hablar de verdad”. Algunos clientes explican que tienen dificultad para comunicarse con Dios porque, tal como ellos dicen: “Nunca he comprendido realmente lo que significa hablar con alguien cara a cara, ¡mucho menos con Dios!”.

El dueño de un negocio me contó esta historia: “Recibo una petición a través de mi página web. Luego la respondo entregando un presupuesto a través de mi correo electrónico, recibo la aprobación, completo el trabajo, envío una factura y recibo el pago sin haber tenido que ver o hablar con el cliente”. ¿Qué tan bueno o malo es esto?

¿Cómo se comunica Dios?

Dios es muy real, y nosotros, los seres humanos que él creó, somos muy reales también. Pero tanto este hombre de negocios como las experiencias de otros clientes que buscan mi consejo me hicieron detenerme a considerar esto. ¿Están nuestros medios electrónicos robando la comunicación profunda que Dios quiso que tuviésemos?

A través de la Biblia vemos ejemplos donde las personas interactuaron con Dios personalmente. Abraham, el padre de los fieles, habló con Dios personalmente (Génesis 17:1, 22). Jacob, el nieto de Abraham, habló con Dios cara a cara (Génesis 32:20). Moisés, quién lideró a Israel en su salida de Egipto, habló con Dios “cara a cara, como habla cualquiera a su compañero” (Éxodo 33:11).

Mucho después, cuando el apóstol Juan tuvo deseos de estar con sus hermanos y hermanas en Cristo, escribió así: “Espero ir a verlos y hablar con ustedes personalmente, para que así nuestra alegría sea completa” (2 Juan 1:12, versión Dios Habla Hoy). Dios desea hacer lo mismo con nosotros. Es bueno saber que cuando oramos, estamos hablando directamente con Dios y que él nos escucha.

La tecnología impide una comunicación profunda

Entonces, ¿cómo se esta viendo debilitada la comunicación de hoy por culpa de la tecnología?

Los medios electrónicos y las redes sociales tienen ciertos beneficios. La mayoría de la gente los usa a diario, y eso me incluye a mí. Sin embargo, la investigación nos ha mostrado desde hace mucho que la mayoría (55 por ciento) de nuestra comunicación no es verbal. La comunicación no verbal –o lenguaje corporal– incluye la expresión facial, los gestos, el contacto visual y la postura. El tono vocal abarca el 38 por ciento de la comunicación, mientras que solo el 7 por ciento está compuesto por el significado de las palabras.

Los correos electrónicos y los mensajes de texto no tienen lenguaje corporal, ni tampoco transmiten el tono de voz que usted experimenta en una conversación cara a cara. De hecho, hemos descubierto que el envío de mensajes de texto está robándole a nuestros jóvenes la habilidad de redactar correctamente y de deletrear con buena ortografía. Incluso los letreros de publicidad están ahora usando la jerigonza de los mensajes de texto.

Estas dificultades pueden ser causadas por el uso de los mensajes de texto y del chat de Facebook, debido a la rapidez con la que se hacen preguntas y con la que se cambia el tópico de conversación. El hacer preguntas en rápida sucesión es bueno para aprender muchas cosas acerca de alguien, pero casi nunca hay conversaciones profundas, especialmente porque los mensajes de texto SMS solo permiten 160 caracteres.

¿Cuántas veces se ha visto afectado por un malentendido comunicacional que pudo haberse resuelto con una conversación cara a cara?

Cómo tener una comunicación sana

La gente joven normalmente experimenta cierto aislamiento social al dejarse absorber por los medios electrónicos. Lamentablemente, los padres a veces le entregan un juego electrónico portátil a su  hijo y le dicen: “Ahora, vete a jugar a alguna parte, y quédate callado. Hablaremos más tarde”. Luego, después de que ese “más tarde” llega y se va sin ningún tipo de comunicación significativa, el uno o el otro dice: “Nunca hablamos, ¡y esto pasa todo el tiempo!”.

A través del tiempo, tanto sicólogos como consejeros han enfatizado la necesidad que todos tenemos de interactuar y comunicarnos para mantenernos sanos. Dios creó a los seres humanos con la necesidad profunda de comunicarse, no solo con él como su Creador, sino que también los unos con los otros. Entonces, ¿cómo puede usted crear el hábito de una comunicación sana sin medios electrónicos?

1.Cada día haga un esfuerzo consciente por tener conversaciones reales y cara a cara con alguien.

2.Aparte o apague su aparato y hable con la persona directamente.

3.No se “actualice” en Facebook u otra red social por un día entero – y vea si el mundo se ha detenido.

4.Busque oportunidades de reconectarse con amigos o colegas cara a cara, como en una comida, o tomándose un té o café con ellos.

5.Dese cuenta de que todos podemos tener amistades sólidas basadas en Dios con otras personas, sin tener que utilizar jamás alguna red social o medio electrónico.

Recuerde, existen tanto la ocasión como el lugar para enviar mensajes de textos o actualizar su estado. Pero cada día es una ocasión y muchos son los lugares para tener conversaciones sanas cara a cara. Hable con la gente y disfrute el lenguaje corporal, el tono de voz y el significado de sus palabras, ¡tal como Dios lo diseñó!  

Darris McNeely works at the United Church of God home office in Cincinnati, Ohio. He and his wife, Debbie, have served in the ministry for more than 43 years. They have two sons, who are both married, and four grandchildren. Darris is the Associate Media Producer for the Church. He also is a resident faculty member at the Ambassador Bible Center teaching Acts, Fundamentals of Belief and World News and Prophecy. He enjoys hunting, travel and reading and spending time with his grandchildren.

 

¿Es usted adicto a Internet?

Studying the bible?

Sign up to add this to your study list.

Course Content

Pasar tiempo en línea es grandioso, pero también es necesario alejarnos de eso cada cierto tiempo.

Mientras miraba un video sin sentido, me di cuenta que había caído en una trampa tan familiar para mucha gente. Horas perdidas en un divagar mental, navegando y jugando. El Internet nos ha cambiado a todos de una o de otra forma. Algunos han dominado su uso, mientras que otros gradualmente se han dejado sumergir. ¿Cómo podemos evitar que esto ocurra y cómo podemos detenerlo?

Las relaciones se construyen cuando interactuamos con otros y con Dios, no solamente en la pantalla de un teléfono.

Las cosas han cambiado dramáticamente en los últimos 22 años. En 1995, cuando el Internet estaba empezando a despegar era una experiencia única. Era como una enciclopedia viviente. Podíamos leer artículos interesantes y ver lugares maravillosos. Se podía visitar tópicos específicos en salas de conversación en Internet, vender sus calcetines en eBay haciendo clic con unas pocas teclas y los medios sociales como MySpace estaban surgiendo. Recuerdo escuchar de gente que había visitado cada sitio en la red. Esto no es posible hoy.

Me uní a Facebook hace nueve años. Aunque había llegado tarde a la fiesta, pronto fui atrapada como todos los demás. Al principio chequeaba las publicaciones de lunes a viernes y me saltaba la computadora los fines de semana. Empecé a jugar nuevos juegos y, de pronto, estaba chequeando las actualizaciones de Facebook muchas veces al día y los fines de semana.

Varios sitios web me mantenían ocupada, pero entonces el Internet se movió a nuestros teléfonos móviles. Entonces podía acceder a cualquier hora y en donde fuera a los medios sociales, el cine, la televisión y los juegos. Podíamos tuitear, postear en Facebook, en Snapchat e incluso retomar nuestro contenido favorito. Olvidamos cómo lidiar con el aburrimiento – como tomar tiempo para vivir en nuestros pensamientos.

Mucho de lo bueno

Hoy en día tenemos “amigos” y ganamos popularidad según la cantidad de “likes” que recibimos. Somos atrapados fácilmente por todo el entretenimiento y el drama y chismes de todo tipo. Los juegos son más sofisticados y cada vez más personas los juegan – algunos incluso gastan dinero en compras virtuales. Se ha vuelto un vicio competir con otras personas y leer sobre sus vidas donde sea que se encuentren. Es muy positivo cuando lo usamos apropiadamente, pero podemos dañarnos cuando nos excedemos.

Estas cosas que nos enganchan, los videojuegos, leer memes o ver videos de de cosas lindas, alteran nuestra percepción. Si gastamos nuestro tiempo de esta forma, el Internet se volverá demasiado valioso para nosotros. ¿Dónde está nuestro corazón? (Mateo 6:21). No estoy satanizando el Internet, lo que digo es que nosotros lo podemos transformar en algo perjudicial.

Un estudio de Microsoft dice que este estilo de vida digital nos dificulta concentrarnos, reduciéndose nuestra atención de 12 a 8 segundos. “Un 77 por ciento de la gente entre 18-24 años respondió afirmativamente, cuando se les preguntó: ´Cuando nada ocupa su atención, ¿lo primero que hace es navegar en su teléfono? ´ (“Ahora tiene menos atención que un pez,” Kevin McSpadden, Time, mayo 13, 2015).

Todos hacemos chistes sobre esto. La cena donde todo mundo está viendo su teléfono o texteando mientras habla. Tomamos fotos de expresiones faciales, en lugar de hablar con alguien en persona. Nuestras vidas están llenas de fotos, videos y emojis. Es una epidemia en donde solo nosotros podemos retomar el control.

De acuerdo con Psico.com estos son los síntomas de adicción a Internet:

  • Sentimientos de culpa
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Deshonestidad
  • Sentimientos eufóricos cuando estamos frente a la computadora.
  • Inhabilidad para seguir horarios
  • Ningún sentido del tiempo.
  • Aislamiento
  • Estar a la defensiva
  • Eludir hacer un trabajo
  • Agitación
  • Esto también se puede manifestar en síntomas físicos como:
  • Dolor de espalda
  • Dolor de cabeza
  • Ganar o perder peso
  • Trastornos del sueño
  • Síndrome del túnel carpiano
  • Visión borrosa

“Esto también puede conducir a la quiebra, especialmente si el tiempo consumido se enfoca en compras o juegos de azar”. De acuerdo con el Colegio de Ciencias de Computación Oberlin, la adicción también puede provocar apatía social, tendencia a creer que es más fácil interactuar con la gente “en línea” y no en persona. (“Síntomas de adicción a la Computadora/Internet, Causas y Efectos”).

A menudo se nos ha dicho que “estemos conectados” pero lo más saludable para nuestra mente es desconectarnos ocasionalmente. Tratemos de fijar límites para los juegos y las redes sociales. Recordemos que hubo generaciones que vivieron sin ello. Enfoquémonos en lo que tenemos que hacer, en la gente o pasemos tiempo real con otros. Tomemos un paseo, acampemos o vayamos a un museo. Cuando lo hagamos no usemos nuestros teléfonos mas que para emergencias.

El Internet es muy útil cuando se usa apropiadamente. Recuerde que su computadora es una herramienta. Lea la Biblia, vea reportajes, investigue o lea artículos relevantes. Las relaciones se construyen cuando interactuamos con otros y con Dios, no solamente desde la pantalla de un teléfono. Juegue, lea las publicaciones, pero muévase. Llene su mente con la sabiduría que Dios nos ofrece, no solamente con el chiste del día (Colosenses 3:2).

Fuente: ucg.org

Darris McNeely works at the United Church of God home office in Cincinnati, Ohio. He and his wife, Debbie, have served in the ministry for more than 43 years. They have two sons, who are both married, and four grandchildren. Darris is the Associate Media Producer for the Church. He also is a resident faculty member at the Ambassador Bible Center teaching Acts, Fundamentals of Belief and World News and Prophecy. He enjoys hunting, travel and reading and spending time with his grandchildren.

 
A pesar de que nuestro mundo esta moral y éticamente a la deriva, descubra cómo su vida puede estar basado en un conjunto de valores morales absolutos.