Preguntas Bíblicas

¿Cómo se puede calcular el nacimiento de Jesús?

-

¿Qué fuente o soporte existe para saber cuánto duraban los sacerdotes en su oficio? Y con base en eso, ¿Cómo se puede calcular el nacimiento de Jesús?

 

Transcript

¿Cómo se puede calcular el nacimiento de Jesús?

Los 24 turnos de servicio sacerdotal, donde cada uno de ellos duraba exactamente una semana, permiten aproximarnos muchísimo a las fechas de nacimiento de Juan el Bautista y seis meses más tarde, a la fecha de nacimiento de Jesucristo. Naturalmente que debemos tener en cuenta el calendario sagrado de ese año (equivalente al año 5 a.C. del calendario Juliano). Entonces, siguiendo el relato bíblico, y las normas explicadas en 1 Crónicas 24, es posible acercarnos a las fechas de ambos nacimientos.

A manera de una rápida explicación podemos comentar que Juan el Bautista nació los últimos días de marzo del año 4 a.C., es decir, al inicio del mes de Nisán del año israelita 3757 y Jesucristo nació al finalizar la tercera semana del mes de septiembre del mismo año, el cual corresponde a los primeros días del mes de Tishri (Etanim) del año 3758, puesto que los años israelitas cambian precisamente al inicio del mes de Etanim.

El calendario romano vigente por entonces era el Juliano, porque el gregoriano que tenemos hoy, fue establecido por el papa Gregorio XIII, mucho más tarde, a principios del mes de octubre del año 1582.

Like what you see?

Create a free account to get more like this

USD
Formato: 9.99

Los 24 turnos de servicio sacerdotal, donde cada uno de ellos duraba exactamente una semana, permiten aproximarnos muchísimo a las fechas de nacimiento de Juan el Bautista y seis meses más tarde, a la fecha de nacimiento de Jesucristo. Naturalmente que debemos tener en cuenta el calendario sagrado de ese año (equivalente al año 5 AC, del calendario Juliano). Entonces, siguiendo el relato bíblico, y las normas explicadas en 1 Crónicas 24, es posible encontrar ambos nacimientos.

A manera de una rápida explicación podemos comentar que Juan el Bautista nació los últimos días de marzo del año 4 AC., es decir, al inicio del mes de Nisán del año israelita 3757 y Jesucristo nació al finalizar la tercera semana del mes de septiembre del mismo año, el cual corresponde a los primeros días del mes de Tishri (Etanim) del año 3758, puesto que los años israelitas cambian precisamente al inicio del mes de Etanim.

El calendario romano vigente por entonces era el Juliano, porque el gregoriano que tenemos hoy, fue establecido por el papa Gregorio XIII, mucho más tarde, a principios del mes de octubre del año 1582.

Iglesia de Dios Unida

La misión de la Iglesia de Dios es predicar el evangelio de Jesucristo y del reino de Dios en todo el mundo, hacer discípulos en todas las naciones y cuidar a todos ellos.

Related Media

¿Podemos saber cuándo nació Cristo? Pero aún más importante... ¿tiene relevancia conocer esta fecha?

¿Por qué hay grupos de creyentes que utilizan diferentes calendarios?

Studying the bible?

Sign up to add this to your study list.

Course Content

¿Qué diferencias hay, por ejemplo, entre el calendario que emplea la Iglesia de Dios Unida y el que emplean los que utilizan los nombres en hebreo?

El pueblo judío, desde tiempos del Antiguo Testamento, fueron quienes preservaron el calendario de Dios, habiendo sido transmitido a los sabios en una cadena continua desde tiempos de Moisés. Este calendario está determinado por el cálculo de una combinación de movimientos solar y lunar, en oposición al calendario romano, el cual se rige solamente por el movimiento solar. El calendario hebreo es sorprendentemente exacto. Los siguientes datos ilustran su exactitud. De acuerdo a los antiguos cálculos, el tiempo exacto entre una luna nueva y la siguiente es de 29 días, 12 horas, y 793 partes de una hora. La hora se compone de 1080 partes. En otras palabras, un mes lunar tiene 29,53059 días. Es interesante que de acuerdo a la NASA, el tiempo entre una luna nueva y la siguiente sea de 29,530588 días. Por supuesto que la NASA tiene a disposición las más avanzadas y sofisticadas computadoras del mundo. Sin embargo, la diferencia entre lo establecido por la NASA y el utilizado por Hillel II, el cual se originó hace más de 3000 años, es de apenas 0.000002 o bien dos millonésimas de día, calculado para el periodo de un mes.

También es importante señalar que el plan de salvación de Dios, se encuentra de acuerdo a la inspiración de su calendario, es decir que Dios no se manifiesta a través del calendario gregoriano, sino a través del calendario sagrado, en cada una de sus profecías pasadas, presentes y futuras.

Por supuesto que desde los tiempos de Cristo, la Iglesia de Dios ha conservado el mismo calendario sagrado luni-solar, donde 19 años solares suman exactamente 235 meses lunares, y para mantener exacto el pequeño excedente de la fracción de los meses lunares, se intercalan 7 meses designados como los grandes o segundos Adares, en periodos de 19 años solares.

Por esa razón, la Iglesia de Dios Unida, se rige por el mismo calendario manteniendo inclusive los nombres de los meses en el idioma hebreo, debido a que encierran mucho significado, y dentro de los cuales se encuentran inmersas las Fiestas Santas de Dios, las cuales forman las siete etapas de su maravilloso plan de salvación para el ser humano.

Para su información, dos son los métodos de cálculo que determinan el control del transcurso del tiempo, el primero es con la ayuda de un programa específico y el segundo, mediante un cálculo matemático de números complejos de base “7”. Con ambos métodos, es relativamente fácil establecer el tiempo exacto para cualquier año.

En cambio, el calendario gregoriano que se encuentra en actual vigencia, es producto de una corrección del anterior calendario juliano establecido por el emperador Julio César. Dicha corrección se realizó en tiempos del papa Gregorio XIII, durante el mes de octubre del año 1582, debido a una recomendación de los astrónomos de entonces, quienes vieron que el calendario juliano se encontraba desfasado en relación a las estaciones del año. Pero aun así, el mismo calendario gregoriano de hoy, continúa siendo inexacto.

Finalizamos comentando que nosotros desconocemos el tipo de calendario que posiblemente utilizan otros grupos religiosos. 

La misión de la Iglesia de Dios es predicar el evangelio de Jesucristo y del reino de Dios en todo el mundo, hacer discípulos en todas las naciones y cuidar a todos ellos.

 

¿Cuándo nació Jesús?

Studying the bible?

Sign up to add this to your study list.

Course Content

¿Nació Jesús el 25 de diciembre? ¿Es posible saber la fecha de su nacimiento? Pero, más relevante aún, ¿importa realmente cuándo nació?

¿Cuándo nació Jesucristo de Nazaret? Si echamos un vistazo a nuestros calendarios, lo más probable es que el 25 de diciembre esté marcado como “Navidad”. Alrededor de esta fecha se escuchan por todas partes villancicos relativos al niño Jesús en el pesebre, y su nacimiento se asocia a un maravilloso escenario invernal. Se dice que el acontecimiento más importante de esta temporada es el nacimiento de Cristo, pero ¿nació él realmente ese día? El asunto no es tan claro ni tan sencillo como sugiere el calendario.

El 25 de diciembre no siempre fue considerado como la fecha del nacimiento de Jesús. En un artículo de la agencia noticiosa US News and World Report titulado “In Search of Christmas” (En busca de la Navidad), Joseph Sheler escribió: “Ante la carencia absoluta de indicios bíblicos respecto al nacimiento de Jesús, los primeros maestros cristianos sugirieron diferentes fechas en el calendario. Clemente . . . escogió el 18 de noviembre. Hipólito . . . creía que Cristo debió haber nacido un miércoles . . . Un documento anónimo, que se cree fue escrito en el norte de África alrededor del año 243, ubica el nacimiento de Jesús el 28 de marzo” (dic. 23, 1996, p. 58).

Aunque es difícil determinar cuál fue la primera vez que alguien celebró el 25 de diciembre como Navidad, los historiadores por lo general concuerdan en que ocurrió en algún momento del siglo iv. ¡Esta fecha es sorprendentemente tardía! Piense en ello: significaría que la Navidad, considerada por la mayoría como el nacimiento de Jesús, ¡no fue observada por la iglesia romana sino hasta unos 300 años despuéscde que Cristo viviera sobre la Tierra!

No hay evidencia de que la Navidad fuera parte de las enseñanzas o prácticas de los primeros cristianos. Suena casi imposible, ¿cierto? Pero es la verdad.

Entonces, ¿por qué la iglesia romana escogió el 25 de diciembre como la fecha para recordar el nacimiento de Jesús? El motivo para celebrar su nacimiento en esa época del año fue que los líderes religiosos de ese entonces querían cambiarle el nombre a un festival pagano celebrado en esa fecha ¡para facilitar la conversión de los paganos al cristianismo!

The Encyclopedia Americana (Enciclopedia americana) lo aclara: “En el siglo v, la iglesia occidental ordenó que [el nacimiento de Cristo] en adelante siempre fuera observado en el día de la antigua fiesta romana del nacimiento del Sol [el dios sol], ya que no había certeza acerca del día del nacimiento de Cristo” (edición 1944, “Navidad”).

La razón de esta confusión no es sorprendente, ya que en realidad la Biblia no registra detalles de la fecha exacta del nacimiento de Jesús. Es más, en sus páginas no hay ningún indicio de que la Iglesia primitiva haya hecho algún tipo de celebración en honor al nacimiento de Cristo.

Jesús no nació en diciembre

Y entonces, ¿por qué el 25 de diciembre? Un estudio cuidadoso de la Biblia muestra claramente que Jesús no pudo haber nacido en pleno invierno. Hay dos grandes razones para que esa no haya sido la época de su nacimiento:

En primer lugar, sabemos que los pastores se encontraban en los campos cuidando sus rebaños al momento del nacimiento de Jesús: “Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre . . . Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño” (Lucas 2:7-8).

Los pastores no habrían soportado permanecer a la intemperie en diciembre, pues el clima era extremadamente frío. Según el libro Celebrations: The Complete Book of American Holidays(Celebraciones: Libro completo de las festividades americanas), el relato de Lucas “sugiere que Jesús pudo haber nacido en verano o a principios del otoño. Ya que en Judea el mes de diciembre es frío y lluvioso, es probable que los pastores buscaran refugio para sus rebaños durante la noche” (p. 309).

Del mismo modo,The Interpreter’s One Volume Commentary (Comentario de un volumen para el intérprete) dice que este pasaje “contradice la idea de que el nacimiento [de Cristo] haya ocurrido el 25 de diciembre, ya que el clima no les habría permitido” a los pastores cuidar sus rebaños en los campos durante la noche. Aunque algunos refutan esto, otras fuentes prestigiosas, como The Companion Bible(Manual bíblico) y Clarke’s Commentary (Comentario de Clarke) argumentan lo mismo sobre los pastores, quienes no podrían haber estado a la intemperie, de noche, a finales de diciembre.

Por tanto, la primera razón para creer que Jesús no nació en diciembre es la presencia de pastores en los campos cuidando sus rebaños, algo impensable en el gélido invierno de Judea.

Otra razón por la que podemos concluir que Jesús no nació en diciembre es que sus padres viajaron a Belén por causa del censo romano (Lucas 2:1-4). Ningún gobernante romano hubiera hecho un censo en invierno, temporada en la que a menudo se registraban temperaturas bajo cero y las carreteras se hallaban en mal estado.

Hacer un censo en esas condiciones hubiera sido contraproducente, pues para los residentes de Judea el viaje para acudir al censo habría sido demasiado difícil. En ese entonces, viajar no era tan fácil como lo es hoy; la gran mayoría de la gente viajaba a pie.

La evidencia que aportan estos dos simples hechos indica la escasa probabilidad de que el nacimiento de Jesús haya tenido lugar en invierno, y mucho menos en la fecha del 25 de diciembre. Más que un fechamiento erróneo, el 25 de diciembre fue un intento de incorporar prácticas paganas al culto cristiano.

Jesús nació durante el otoño del hemisferio norte

Todo esto nos lleva a preguntarnos cuándo nació Jesús en realidad. Encontramos indicios importantes sobre el verdadero momento de su nacimiento en el relato bíblico acerca de su primo, Juan el Bautista.

Tal vez usted haya leído el Evangelio de Lucas y le parezca extraño que este libro no comience con la historia de la concepción de Jesús, sino con la historia de la concepción de Juan el Bautista. Pero hay una muy buena razón para que Lucas se asegurara de decirnos en gran detalle cuándo ocurrieron la concepción y el nacimiento de Juan.

Lucas nos dice que Elisabet, la madre de Juan, tenía seis meses de embarazo cuando Jesús fue concebido: “Cuando Elisabet estaba en su sexto mes de embarazo, Dios envió al ángel Gabriel . . . a una virgen llamada María. Ella estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David” (Lucas 1:26-27, Nueva Traducción Viviente).

Elisabet, la madre de Juan el Bautista, y María, la madre de Jesús, eran primas. Gracias a este pasaje sabemos que Juan era seis meses mayor que Jesús. Así, podemos deducir en qué época del año nació Jesús si conocemos el momento en que nació Juan.

Veamos lo que dice la Biblia sobre el momento del nacimiento de Juan:

Zacarías, el padre de Juan, era un sacerdote “del grupo sacerdotal de Abías”
(Lucas 1:5, NTV), que servía en el templo de Jerusalén. En ese entonces, los sacerdotes del templo en Jerusalén eran agrupados en diferentes “divisiones” o “grupos” — familias de sacerdotes que se turnaban para servir en el templo a través de todo el año. Esto hizo necesario crear un calendario anual para los que servían en el templo.

Según los cálculos de los historiadores, el grupo de Abías, al que pertenecía Zacarías, estaba de turno entre principio y mediados de junio (The Companion Bible,1974, apéndice 179, p. 200).

Durante el servicio de Zacarías en el templo, el ángel Gabriel se le apareció y le anunció que él y su esposa Elisabet tendrían un hijo (vv. 8-13). Después de que terminara su servicio y regresara a casa, su esposa Elisabet concibió al primo de Jesús, el niño que más tarde sería conocido como Juan el Bautista (vv. 23-24).

Si tenemos en cuenta que la concepción de Juan probablemente ocurrió a finales de junio, una vez que Zacarías, de la división de Abías, regresó a su casa después de terminar su servicio, y contamos nueve meses a partir de ese momento, significa que lo más probable es que Juan haya nacido aproximadamente a finales de marzo.

Si agregamos seis meses más (la diferencia de edad entre Juan y Jesús, Lucas 1:35-36), la fecha más probable del nacimiento de Jesús resulta ser la última parte de septiembre.

¿Honra realmente a Cristo la Navidad ?

Entonces, si se puede demostrar con la Biblia, junto con algunos hechos históricos, que Jesús nació en el otoño en lugar de diciembre, ¿significa que deberíamos celebrar la Navidad en septiembre en vez de diciembre?

¡Por supuesto que no! En ninguna parte de la Biblia encontramos alguna instrucción o mandamiento de celebrar el nacimiento de Cristo. Resulta significativo el hecho de que en la Biblia haya tantas fechas específicas acerca de algunos eventos importantes y otros menos importantes, ¡en tanto que la fecha específica del nacimiento de Jesús es incierta!

Dios no ordenó una celebración anual del nacimiento de Jesús. En cambio, sí nos ordena observar otros días específicos para honrar a Jesucristo y al Padre. Para los que aman a Dios y a su Hijo es natural querer adorarlos, ¡pero es mucho mejor adorarlos en las fechas que Dios ha ordenado en vez de crear nuestras propias celebraciones!

En cuanto a la celebración de la Navidad en diciembre, recordemos lo que vimos anteriormente sobre la iglesia romana, que introdujo prácticas paganas a la fe cristiana para instituir la Navidad. Jesús no querría que guardáramos días paganos para honrar su nacimiento.

¿Cómo podemos saber lo que Jesús querría que hiciéramos o no en este sentido? Dios es muy claro al afirmar que no le gustan las prácticas de adoración paganas que supuestamente lo honran. Esto fue lo que les dijo a los antiguos israelitas:

“Cuando el Eterno tu Dios haya destruido delante de ti las naciones adonde tú vas para poseerlas, y las heredes, y habites en su tierra, guárdate que no tropieces yendo en pos de ellas, después que sean destruidas delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a sus dioses, yo también les serviré. No harás así al Eterno tu Dios; porque toda cosa abominable que el Eterno aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a sus dioses. Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás” (Deuteronomio 12:29-32, énfasis nuestro).

La venida de Jesús tiene mucho
significado para nosotros

Por supuesto, debemos estar agradecidos de que Jesucristo haya nacido. Su venida al mundo fue un feliz acontecimiento que nos trajo muchas cosas.

Jesús nos mostró cómo tener una relación con Dios el Padre. Vimos su ejemplo de una vida perfecta, de un sacrificio perfecto, y su resurrección a vida espiritual. Él nos mostró el camino para que el hombre tenga la oportunidad de compartir su gloria y vivir para siempre en la familia de Dios. Por medio de su sacrificio, Jesús estableció una nueva relación con el hombre que, por medio de su sangre, se hace extensiva a todas las naciones. Además, se convirtió en nuestro Sumo Sacerdote e intercede por nosotros ante el trono de Dios.

A través de él podemos tener una relación auténtica y plena con Dios, basada en la verdad y el amor. Y si de verdad lo amamos, vamos a demostrarle ese amor como él espera que lo hagamos. Para amar a Dios debemos hacer lo que él pide: “Pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él” (1 Juan 2:5; compare Juan 14:15, 21; 15:10).

No obedecer a Dios significa que estamos perdiendo la oportunidad de tener una relación más íntima con él. Prácticamente todas las tradiciones navideñas se remontan a las religiones falsas (como casi cualquier buena enciclopedia o búsqueda rápida en Internet puede demostrarlo) y empañan estas maravillosas verdades, impidiéndonos entablar una relación más sólida con Dios.

Cristo no nació el 25 de diciembre, en pleno invierno. Celebrar esta fecha como su cumpleaños no cambia el hecho verdadero. Además, Dios nunca nos dejó instrucciones de observar anualmente, en manera alguna, el nacimiento de Cristo.

En lugar de aferrarse a una idea y una fecha incorrectas, ¿no será hora de que se pregunte para qué nació Cristo? Por otro lado, ¿no debería estar guardando y descubriendo el significado de los días que él mismo instituyó y observó? ¡Comience una mejor relación con Dios, hoy mismo!  

La misión de la Iglesia de Dios es predicar el evangelio de Jesucristo y del reino de Dios en todo el mundo, hacer discípulos en todas las naciones y cuidar a todos ellos.

 

¿Nació Jesús en el día de Navidad?

Studying the bible?

Sign up to add this to your study list.

Course Content

La mayoría de la gente supone que Jesús nació un 25 de diciembre. Después de todo, ese es el día que millones de personas celebran como el aniversario de su nacimiento. Sin embargo, la evidencia muestra que simplemente ese no es el caso. ¡Y este es solo uno de los muchos problemas que presenta este festival!

La tradición nos dice que Jesús nació un día 25 de diciembre, comúnmente llamado día de Navidad. Pero también sabemos que la tradición puede estar equivocada. Durante siglos la tradición nos enseñó que la Tierra era plana y que todas las estrellas y planetas giraban alrededor de ella. Debieron transcurrir muchos años de cuidadosa investigación científica para cambiar la perspectiva tradicional respecto al sistema solar por otra basada en la verdad comprobable.

De manera similar, se ha determinado que la tradición de que Jesucristo nació a mediados de invierno carece de evidencia sólida, y eso es precisamente lo que la Biblia y otras fuentes revelan. No obstante, sabemos que la tradición es difícil de revertir; un ejemplo de ello son los meses del año romano, que están absolutamente confundidos pero siguen guardándose de esa manera. Septiembre es el noveno mes en nuestro calendario, pero en realidad significa “séptimo mes” en latín. Octubre es el décimo mes, pero significa “octavo mes”; noviembre es nuestro décimo primer mes, pero significa “noveno mes”, y diciembre significa “décimo mes”, pero es el décimo segundo mes de nuestro calendario.

La observancia del día de Navidad también ha llegado a ser una tradición de hombres, y resulta que está basada en fundamentos falsos. Examinemos la evidencia.

El censo romano, evidencia de que Jesús no nació en invierno

La primera evidencia en la Biblia de que Jesús no nació ni siquiera cerca del 25 de diciembre la encontramos en Lucas, donde él escribió: “Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad.

“Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón” (Lucas 2:1-7, énfasis nuestro en todo este artículo).

Existen registros romanos de algunos censos que se remontan al año 20 hasta aproximadamente el 270 d. C. “En el Nuevo Testamento, la inscripción (censo) romana es mencionada en relación con el nacimiento de Jesús (Lucas 2:2) y nuevamente en una referencia casual a la insurrección de Judas el galileo (Hechos 5:37). Aparentemente los romanos llevaban a cabo un censo cada catorce años con el propósito de exigir impuestos” (The International Standard Bible Encyclopedia [Enciclopedia estándar internacional de la Biblia], 1982, vol. 2, p. 105).

El punto a considerar es que las autoridades romanas no tomaban el censo durante el invierno, cuando hacía frío, abundaban las lluvias y el lodo, y los caminos resbalosos hacían muy peligrosos los viajes. El tiempo apropiado para llevarlo a cabo debe haber sido después de las cosechas, a fines del verano o principios del otoño, justo antes de las lluvias otoñales del fin de temporada y el comienzo del invierno, cuando la gente podía regresar a sus lugares de nacimiento sin perturbar el ciclo agrícola de la siembra, cuidado y cosecha de los productos.

En su libro Holy-Days and Holidays (Días santos o festivales), el escritor Arthur Cunningham Geikie afirma que este censo “difícilmente pudo haber tenido lugar en esa temporada [invernal] . . . porque las autoridades con toda seguridad no hubiesen escogido esa estación para una inscripción pública, que requería que la población viajara desde todas partes hasta sus distritos natales. Las tormentas y lluvias hacían muy inseguras y desagradables las travesías, excepto en años particularmente favorables. La nieve no es algo raro en Jerusalén en los meses de invierno, y yo he visto nieve tan profunda que la gente se perdía fuera de las puertas” (“Christmas at Bethlehem” [Navidad en Belén], 1968, p. 405).

El relato que hace Lucas del censo romano presenta sólidos argumentos contra la fecha del 25 de diciembre como el nacimiento de Cristo. Para una sociedad agraria como aquella, era mucho más factible que un censo se realizara a finales del verano o comienzos del otoño. ¡Un censo en pleno invierno no tenía ningún sentido, porque hubiese sido autodestructivo!

Los pastores estaban en los campos en horas de la noche

Lucas sigue diciendo respecto al nacimiento de Cristo: “Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor” (Lucas 2:8-11).

Así, los pastores en Belén se hallaban pastoreando sus rebaños afuera, durante la noche. Esta es otra indicación de que no se trataba de mediados de diciembre, cuando el clima estaba más frío que nunca y los pastores probablemente mantenían sus rebaños encerrados en refugios durante la noche. La práctica común en Judea era que los pastores mantuvieran sus rebaños a campo abierto desde abril a octubre, pero en los fríos y húmedos meses invernales llevaban a sus rebaños de vuelta a casa y los protegían del tiempo inclemente.

Algunos comentaristas bíblicos defienden la idea de que había pastores en los campos durante el mes de diciembre, pero otros la han descartado, lo que parece ser más razonable. The Interpreter’s One Volumen Commentary on the Bible (Comentario bíblico del intérprete de un volumen) afirma: “Estos humildes campesinos dedicados al pastoreo están en los campos con sus rebaños durante la noche, un detalle de la historia que contradice la creencia de que el nacimiento ocurrió un 25 de diciembre, ya que el clima no lo hubiese permitido” (1971, p. 676).

Adam Clarke’s Commentary (Comentario de Adam Clarke) agrega: “Y como estos pastores aún no habían llevado a casa sus rebaños, es válido el argumento de que octubre todavía no había comenzado y que consecuentemente nuestro Señor no nació el 25 de diciembre, cuando no había rebaños en los campos, y de que él no pudo haber nacido más allá de septiembre, ya que los rebaños todavía estaban en los campos por la noche. Este solo hecho debiera echar por tierra la creencia de que la natividad [el nacimiento de Jesús] ocurrió en diciembre”. La alimentación de los rebaños en los campos durante la noche es un hecho cronológico que arroja muchísima luz sobre este punto tan controvertido” (nota sobre Lucas 2:8).

Vamos a volver a este tema de los pastores en los campos en un momento.

Por qué es tan difícil encontrar admisiones respecto al origen pagano de la Navidad

Antes de seguir avanzando, debemos reconocer que a pesar de la convincente evidencia bíblica e histórica a favor de que el nacimiento de Jesús no fue ni siquiera cerca del 25 de diciembre, existe un fuerte deseo, incluso entre ciertos eruditos cristianos, de reinterpretar la evidencia que apoya una Navidad en invierno.

El ya fallecido historiador adventista Samuele Bacchiocchi hizo una advertencia al respecto en un artículo fechado el 22 de diciembre de 2012 y titulado “Una mirada a la fecha y el significado de Navidad”, afirmando: “La adopción del 25 de diciembre para la celebración de Navidad es quizá el ejemplo más explícito de la adoración al Sol en el calendario cristiano litúrgico. Es un hecho conocido que la fiesta pagana del diez natalis Solis Invicti –el nacimiento del Sol Invencible– se celebraba en esa fecha.

“¿Admiten abiertamente las fuentes cristianas que tal fecha se tomó prestada de aquella festividad pagana? Generalmente no. La admisión de haber tomado prestado un festival pagano, aún después de la debida reinterpretación de su significado, sería comparable a una abierta traición de la fe. Esto es lo que los padres [de la iglesia] estaban ansiosos por evitar . . .

“La conmemoración del nacimiento del dios Sol no fue olvidada fácilmente por los cristianos. [El obispo] Agustín y [el papa] León el Grande reprendieron severamente a los cristianos que durante Navidad adoraban al Sol en lugar del nacimiento de Cristo. Por lo tanto, es bueno tener en mente que en la investigación acerca de la influencia de los cultos al Sol en la liturgia cristiana, lo mejor que podemos aspirar a encontrar no son indicaciones directas, sino indirectas. Esta advertencia se aplica no solo a la fecha de Navidad sino también al domingo.

La teoría de “las ovejas del templo”

Volviendo al tema de los pastores en los campos con sus rebaños durante la noche, uno de los argumentos que intenta situar este acontecimiento en invierno a veces se conoce como “la teoría de las ovejas del templo”. Dicha teoría fue popularizada por Alfred Edersheim, un judío del siglo xvix convertido al cristianismo y respetado erudito en asuntos de la vida judía en el primer siglo. En su famoso libro The Life and Times of Jesus the Messiah (La vida y los tiempos de Jesús el Mesías), Edersheim escribió lo siguiente respecto al relato de los pastores en los campos nocturnos:

“Esta Migdal Eder [“la torre de los campos”] no era la torre de vigilancia para los rebaños comunes que pastaban en el árido territorio más allá de Belén, sino que se encontraba cerca de la ciudad, en el camino a Jerusalén. Un pasaje en la Mishná lleva a la conclusión de que los rebaños que pastaban allí estaban destinados a los sacrificios del templo y que, consecuentemente, los pastores que las cuidaban no eran comunes y corrientes.

“Estos últimos se hallaban bajo la prohibición del rabinismo [doctrina que siguen y enseñan los rabinos] a causa de su necesario aislamiento de las ordenanzas religiosas y de su modo de vida, que hacían que la estricta observancia legal fuera improbable, si no absolutamente imposible. El mismo pasaje en la Mishná también nos lleva a deducir que estos rebaños permanecían afuera durante todo el año, ya que se les menciona estando en los campos treinta días antes de la Pascua, es decir, en el mes de febrero, cuando en Palestina [la tierra de Israel] las precipitaciones promedio son prácticamente las más abundantes” (libro 2, cap. 6, 2000, p. 131).

Basándose en este pasaje, ciertos eruditos llegan a la conclusión de que algunos pastores especialmente seleccionados estaban a la intemperie cuidando las ovejas escogidas para el sacrificio de la Pascua. Y si bien esta explicación puede parecer verosímil, un análisis más profundo a las fuentes de la Mishná (la tradición oral judía que en los siglos posteriores a Jesús fuera registrada en forma escrita) no apoya esta conclusión. Note que incluso Edelheim amortiguó sus palabras con frases tales como “Un pasaje en la Mishná lleva a la conclusión . . .” y “El mismo pasaje en la Mishná también nos lleva a deducir . . .” Claramente, él no estaba seguro de lo que afirmaba.

Una mirada a los versículos de la Mishná muestra que las ovejas mencionadas son animales abandonados o que se han perdido en el área, no los que cuidan los pastores. El pasaje de la Mishná mencionado, Shekalim 7:4, afirma: “Un animal que haya sido encontrado entre Jerusalén y Migdal Eder, o a una distancia similar en cualquier dirección: los machos son (considerados) ofrendas encendidas y las hembras son (consideradas) ofrendas de paz. El rabino Yehuda dice que aquellos que son apropiados para una ofrenda de Pesach son (considerados) ofrendas de Pesach si son [encontrados] treinta días antes del festival”.

En un estudio en línea de la Yeshivá Conservadora, el rabino Joshua Kulp explica este pasaje: “Treinta días es el periodo de tiempo antes de Pesah [Pascua] en el cual los sabios comienzan a enseñar las leyes de Pesah, y por tanto la gente empieza a apartar animales para usarlos como ofrendas de Pesah. Si alguien encuentra tal animal, puede usarlo como su sacrificio personal de Pesah. Si aparecen los propietarios y reclaman su animal, él debe pagarles lo que vale pero puede quedarse con él”.

A la luz de todo esto, pareciera que Edersheim se equivocó al especular que este pasaje de la Mishná se refiere a ovejas que están siendo especialmente apacentadas para el templo en esta zona durante todo el año, ya que en realidad esto tenía que ver con las ovejas perdidas que eran halladas en esta área. Aquí no hay ninguna mención de pastores especiales que pastorean sus ovejas para el templo a la intemperie durante las noches invernales.

La teoría de la concepción y muerte

Otra teoría de los eruditos postula que Jesús ¡fue concebido y más tarde murió en el mismo día del año! Esta teoría muestra qué tan lejos está dispuesta a llegar la gente para justificar la fecha de la Navidad. Esta teoría fue mencionada en la edición de diciembre de 2002 de la revista Bible Review en su artículo “How December 25 Became Christmas” (Cómo el 25 de diciembre se convirtió en Navidad), por Andrew McGowan.

Él comienza admitiendo: “Los primeros escritos –de Pablo y Marcos– no hacen ninguna mención del nacimiento de Jesús. Los evangelios de Mateo y Lucas entregan relatos muy bien conocidos pero bastante distintos del suceso, aunque ninguno especifica una fecha. En el segundo siglo de la era común [d. C.] aparecen más detalles sobre el nacimiento y la infancia de Cristo en escritos apócrifos tales como El evangelio de la infancia de Jesús, por Tomás, o El protoevangelio de Santiago. Estos textos proporcionan todo, desde los nombres de los abuelos de Jesús hasta los detalles de su educación—pero no la fecha de su nacimiento.

“Finalmente, más o menos en el año 200 d. C., un maestro cristiano en Egipto hace referencia a la fecha en que Jesús nació. De acuerdo a Clemente de Alejandría, varios días habían sido propuestos por varios grupos cristianos. Pero por sorprendente que parezca, Clemente no menciona en absoluto el 25 de diciembre. Él escribe:

“‘Hay quienes han determinado no solo el año del nacimiento de nuestro Señor, sino también el día; y dicen que tuvo lugar en el año 28 del reinado de Augusto, y en el día 25 del mes [egipcio] de Pachon [20 de mayo en nuestro calendario] . . . Y al hablar de su pasión algunos dicen, con gran certeza, que tuvo lugar en el año 16 [del reinado] de Tiberio, el 25 de Pharmuti [21 de abril] y otros dicen que el Salvador sufrió el 19 de Pharmuti [15 de abril]. Y otros dicen que nació el 24 o el 25 de Pharmuti [20 o 21 de abril].

“Es evidente que a finales del segundo siglo había una gran incertidumbre, pero también un considerable interés, en fechar el nacimiento de Jesús. Ya en el siglo cuarto, sin embargo, encontramos referencias a dos fechas que eran ampliamente reconocidas –y también celebradas– como el nacimiento de Jesús: el 25 de diciembre en el Imperio romano Occidental, y el 6 de enero en Oriente (especialmente en Egipto y Asia Menor) . . . La primera mención del 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús se encuentra en un almanaque romano de mediados del siglo cuarto que registra las fechas de fallecimiento de varios obispos y mártires cristianos” (pp. 1-2).

McGowan cita a Clemente de Alejandría y dice que este dio tres fechas distintas para el nacimiento de Cristo, ninguna de las cuales se acerca siquiera al 25 de diciembre. Y a continuación especula sobre tres fechas diferentes para la muerte de Cristo.

El mismo autor reconoce la influencia pagana del 25 de diciembre después que el emperador Constantino adoptara el cristianismo católico, y dice: “Desde mediados del siglo cuarto en adelante, encontramos a los cristianos adaptándose deliberadamente a los festivales paganos y cristianizándolos. Un famoso proponente de esta práctica fue el papa Gregorio el Grande, quien, en una carta escrita en 601 d. C. a un misionero cristiano en Bretaña, recomendó que los templos paganos locales no fueran destruidos sino convertidos en iglesias, y que los festivales paganos fueran celebrados como fiestas de los mártires cristianos” (p. 4).

Pero después niega la incorporación de un festival pagano como Navidad el 25 de diciembre: “En este punto posterior, la Navidad muy bien puede haber adquirido algunos rasgos paganos. Pero no tenemos evidencia de que los cristianos adoptaran festivales paganos en el tercer siglo, momento en que se establecieron las fechas de Navidad. Así, parece improbable que la fecha fuera escogida simplemente para que correspondiera a los festivales solares paganos. La fiesta del 25 de diciembre parece haber existido antes de 312 — antes de Constantino y su conversión, por lo menos” (ibídem).

McGowan es bastante incierto cuando afirma que el día de Navidad fue establecido en el tercer siglo, y especula que un grupo cristiano llamado donatistas pudo haberlo observado, pero no hay evidencia histórica directa en cuanto a esto. A continuación él presenta la “teoría de la concepción y muerte” como justificación para que la fecha del 25 de diciembre fuera la elegida, y afirma: “Hay otra manera de explicar los orígenes de Navidad el 25 de diciembre: por extraño que parezca, la clave para fechar el nacimiento de Jesús puede hallarse en la fecha de su muerte durante la Pascua. Esta perspectiva fue sugerida primero al mundo moderno por el erudito francés Louis Duchesse a principios del siglo xx, y desarrollada plenamente por el estadounidense Thomas Talley en años más recientes. Pero ellos indudablemente no fueron los primeros en señalar una conexión entre la fecha tradicional de la muerte y el nacimiento de Jesús.

“Alrededor de 200 d. C., Tertuliano de Cartago (al mismo tiempo que Clemente y Orígenes) informó que el cálculo del 14 de Nisán (el día de la crucifixión según el Evangelio de Juan) en el año que Jesús murió era equivalente al 25 de marzo en el calendario (solar) romano.

“Por supuesto, el 25 de marzo cae nueve meses antes del 25 de diciembre; más tarde fue reconocido como la Fiesta de la Anunciación — la conmemoración de la concepción de Jesús. Por tanto, se creía que Jesús había sido concebido y crucificado en el mismo día del año. Exactamente nueve meses más tarde, el 25 de diciembre, Jesús nació” (pp. 5-6).

Uno de los problemas que presenta esta teoría es que Tertuliano en ninguna parte menciona la concepción de Cristo y solamente dio la fecha equivalente de su muerte en el calendario romano. Y, como ya vimos, Clemente de Alejandría sugería tres fechas distintas para la muerte de Jesús.

Tertuliano escribió: “Y el sufrimiento de esta ‘exterminación’ fue perfeccionado . . . bajo Tiberio César . . . en el mes de marzo, al tiempo de la pascua, el día octavo antes de las calendas [primer día del mes] de abril [es decir, el 24 o 25 de marzo]” (An Answer to the Jews [Una repuesta a los judíos], cap. 8).

Y aunque Tertuliano pensara que la muerte de Cristo había ocurrido el 25 de marzo del calendario romano, él claramente no lo vinculó a la concepción ni al nacimiento de Cristo. Esa tarea les tocaría más tarde a los escritores del cuarto siglo y de siglos posteriores que intentarían justificar el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Cristo — un tiempo en que, según admiten los historiadores eclesiásticos, el paganismo ya se había infiltrado en el establecimiento de los días de fiesta de la Iglesia católica.

La Biblia ciertamente no menciona una idea tan extravagante como esta; sin embargo, como se nos ha advertido, siguen desarrollándose ideas muy astutas para justificar la fecha del 25 de diciembre como el día del nacimiento de Cristo. Al dar una mirada más de cerca, podemos ver que “la teoría de la concepción y muerte” es solamente otra especulación descabellada originada en la desesperación por justificar la observancia del nacimiento de Cristo el 25 de diciembre.

No se “vuelva a las fábulas”

El apóstol Pablo advirtió a Timoteo que surgirían falsos maestros enseñando fábulas y tradiciones de hombres, pero que él debía aferrarse a la verdad bíblica: “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo . . . que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” (2 Timoteo 4:1-4).

No se deje engañar por hábiles teorías basadas en las rebeldes tradiciones de los hombres. Una breve búsqueda en Internet muestra que el 25 de diciembre fue escogido como la fecha del nacimiento de Cristo no por alguna evidencia bíblica o histórica, sino porque en ese día se celebraba la arraigada observancia del nacimiento del dios Sol.

Y este no es siquiera el único problema que presenta este festival. ¿Qué tiene que ver un alegre hombre obeso ataviado con un traje rojo y bordes de piel, montado en un trineo tirado por ciervos voladores (¡y cargado de regalos hechos por los duendes que viven en el polo norte!) con el nacimiento del Hijo de Dios? La repuesta debe ser obvia: ¡nada! Pero esto y toda la imaginería relacionada con ello revelan las raíces no bíblicas, precristianas y malvadas de esta celebración.

En vez de seguir tradiciones y festivales hechos por el hombre y condenados en la Biblia, ¿por qué no guardar los días de fiesta bíblicos ordenados por Dios y que Jesucristo, los apóstoles y la Iglesia primitiva observaron? ¡Se sorprenderá de ver cómo ellos pueden transformar su entendimiento de la Biblia!BN

La misión de la Iglesia de Dios es predicar el evangelio de Jesucristo y del reino de Dios en todo el mundo, hacer discípulos en todas las naciones y cuidar a todos ellos.